Hoy estoy "rota"...llevo dos días acostándome tardísimo y claro está, levántandome a la hora de siempre....casi, casi con las gallinas. La razón de este trasnochar no es otra que la acumulación de reuniones trimestrales en los colegios de mis hijos; Se te acumulan todas en un par de semanas y las últimas se hacen cuesta arriba. Tengo que reconocer que la del lunes me costó mucho, era lunes, llovía, era la de P3...que ya he oído 4 veces y estuve tentada de no ir..pero luego recordé como mi hermana pequeña, con la que me llevo 13 años, siempre les pedía a mis padres (que habían escuchado cualquier reunión 5 veces antes) que por favor fueran. Entonces entendía a mi hermana que insistía...al fin y al cabo ella no tenía la culpa de ser la pequeña y de que mis padres ya no fueran tan jóvenes o tuvieran tanto tiempo o ganas para ir a una reunión....y ahora entiendo a mis padres....ha desaparecido la emoción de la novedad de las primeras reuniones (aunque es cierto que de todas se aprende algo por mil veces que la hayas escuchado), estamos más cansados, más mayores......
Lo que está claro es que octubre, febrero y junio son los meses en los que los padres de los escolarizados parece que no trabajamos....además de las ya mentadas reuniones, hay que añadir las tutorías o preceptuaciones de las que te recomiendan hacer 1 al trimestre, o lo que es lo mismo una media de 15 al año (en mi caso), que pueden llegar a ser un montón más en el caso de que el niñ@ presente cualquier dificultad o problemilla.Para facilitar la logística e ir acompañada por mi marido y no parecer madre soltera,suelo organizarlo para tener 2 o 3 seguidas..vaya por delante mi agradecimiento a los profesor@s por la disponibilidad de horarios.Pero también es cierto, que por muy bien preparadas que las lleves, después de 3...hay que estar muy lúcido y sereno para saber que es lo que te han dicho exactamente de cada uno de los niños.
Hay que añadir también los festejos varios organizados por los colegios...esos sí, no se concentran el el tiempo...más bien se dilatan y cada poco tiempo tienes uno, véase fiesta de Navidad, día del teatro, noche artística, fiesta deportiva, fiesta de final de curso..., si tu hij@ está en el coro...concierto, si está en futbol..exhibición....la cuestión, que se entra en una vorágine de actividades lúdico-festivas que no hay quien pare...Tengo que reconocer a los colegios y a los profesores de mis hijos todo el esfuerzo que hacen porque todos los eventos salgan "bordados" y su preocupación por apoyarnos en la ardua tarea de educar a nuestros hijos. Luego la vida dirá, pero lo que está claro es que intentamos poner toda la carne en el asador para que lleguen a ser personas íntegras, formadas y felices.
Hoy me permito la licencia de enseñaros "mi cole"...que ahora es el cole de mis niñas...en el que me paso casi más horas que en casa...;-))
bueno, pero que muy bueno y real como la vida misma...Las mujeres somos complicadas y observadoras por naturaleza y al contrario los hombres son sencillos y poco observadores. Supongo que habrá excepciones que confirmen la regla, pero en lo que a mí respecta puedo decir que estoy en la media...vaya, que soy del montón. No se me escapa una, el análisis al que someto a la que tenga delante (he de decir en mi favor que con la gente más cercana no lo practico, ni con familia, ni con amigas) ya lo qusieran los aeropuertos para detectar a presuntos terroristas;-)), en una rápida mirada puedo hacer una radiografía del estilismo y decidir en décimas de segundo si me parece o no el adecuado (siempre desde mi gusto y mi punto de vista, claro está) o si me gusta o me disgusta. Creo que ha llegado un momento en el que ya no lo hago ni conscientemente...mi cabeza va mucho más rápida que mi voluntad y sin casi quererlo me encuentro analizando pormenorizadamente a la persona en cuestión, llega a tal punto que si coincide que la susodicha y yo nos cruzamos a menudo, puedo hasta saber si el estilismo es nuevo o repite. Me pregunto si esto será un defecto o una virtud, y por no añadir otro más a mi lista de anomalías, me consuelo pensando que bien empleado puede llegar a ser hasta...útil. 
