sábado, 6 de marzo de 2010

ATONTADOS.......

así es como se quedan mis hijos delante de una video consola. Con mi marido decidimos que en casa no entrarían ni ps2, ni ps3, ni ds, ni psp, ni wii ni nada que hiciera que nuestros chicos (las niñas gracias a Dios se distraen con otras cosas) perdieran el norte y se engancharan cual alquitrán a la piel...pero como suele pasar...caímos; mi hermano (con 30 y tantos tacos puedo decir que está absolutamente viciado...si no fuera por mi santa cuñada creo que tendríamos que llevarle a algun tipo de terapia;-)) se compraba la ps3 y regaló la "vieja" a mis hijos. Error!!!!!!!, la aceptamos, ya no habíamos cumplido lo que dijimos en su momento. Una vez en casa, primero había que esconderla no fuera a ser que teniéndola muy a la vista la pidieran con demasiada frecuencia, después había que establecer unos horarios para juego (ahí tengo que reconocer que somos...y seremos inflexibles). Nos limitamos a desenpolvarla fines de semana alternos y juegan (siempre 2 y a juegos de deportes como motos, fútbol etc...) como mucho 1 hora...aún así es impresionante como una máquina puede llegar a atontar tanto a nadie y hacer salir lo peor de casa persona. El sábado que tuvimos en casa a un par de amigos de mis hijos se nos ocurrió hacer un mundialito de fútbol en la ps2 y todavía estoy alucinada de la manera de gritar, soltar sapos y culebras por la boca (con las consiguientes collejas por parte de mi marido) y la histeria colectiva que se organizó....ante tal follón al final optamos por apagarla y derivar el juego a otras cosas que no les "transformaran" y aunque parezca mentira, simplemente leyéndoles y comentando con ellos un libro precioso de dinosaurios....no pasamos la última hora relajados...y ellos encantados. Así que me reafirmo, no me gustan las consolas y creo que no son necesarias...seguro que por no tener ninguna no se sufre ninguna carencia...y sinó siempre está el amigo que las tiene todas así que para quitarles el "mono" no hay más que llevarle a jugar a casa de ese amigo de vez en cuando...

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