Le prometí a mi amiga Andrea (que aun se rie) que contaría esto en el blog...ahora que ya sabéis la parte idílica de la comunión, os voy a explicar cuál fué mi estado de ánimo real en tan señalado día. Mi jornada empezó a las 7 de la mañana, tenía hora en la peluquería con María a las 8; contando con que mi partner yacía en la cama desde las 24 horas anteriores y no tenía la más mínima intención de levantarse...y que los sábados por la mañana no tengo a Flora para que me ayude, eché mano del refrán "a quien madruga Dios le ayuda" y me dispuse a organizarlo todo (vestir a 6 niños, peinarlos, hacer camas, recoger la casa, dar desayunos..etc...) yo solita. Cuando María y yo salimos de casa, el resto dormía. En la peluquería me relajé ante un buen masaje capilar mientras a mi niña la peinaban; luego me dí cuenta de que ya no me había levantado de demasiado buen humor, ya que hice cambiar a la peluquera las horquillas de flores de la cabeza de la comunianta en varias ocasiones..y eso que yo no soy demasiado puñetera...pero...es que no, no le acababa de acertar con la "ubicación", aunque al final después de varios intentos la niña estaba preciosa. Con el pelo mojado me dispuse a ser maquillada (siempre me lo habían hecho muy bien...pero también siempre hay una primera vez para todo, verdad??), me preguntaron de qué color era el vestido y señale una sombra de ojos de color morado que era idéntica al tono del mismo. Esto de que te maquillen tiene la desventaja de que tienes que abandonarte y solo puedes juzgar el resultado final, pues bien , después de 20 minutos largos de mira aquí, cierra el ojo, mira arriba, abre el ojo....pude ver el resultado en el espejo. De primeras me dió la impresión de que se habían pasado....nunca utilizo eyeliner y como poco, en mis ojos habían empleado medio lápiz. Se lo comenté a la peluquera que me retocó y ante mi pregunta sobre si era normal que me viera tanto maquillaje, respondió que eso era la luz...que en la calle se vería mucho más natural. Yo como no entiendo demasiado del tema, me fié por completo y me dispuse a ser peinada. Me costó convencer a las 2 peluqueras que se pusieron a mi disposición de que no quería ningun recogido, simplemente quería el pelo tal cual lo tengo con un poco más de volumen (tengo el pelo largo y muy liso) y las puntas un poco "para afuera"; pero las peluqueras que debían tener la inspiración a flor de piel me pusieron un mechón de pelo a modo de cortinilla que me tapaba la visión del ojo izquierdo y que en el momento no me quedaba mal del todo, hasta pensé que era "chulo" y elegante. Así que las 2 peinadas y yo maquillada cual pared nos volvimos a casa. Al llegar, el resto de la tropa ya estaba levantado y al pasar delante de la cocina, mi hijo Pablo va y me suelta "mamá, ¿qué te han hecho???, pareces de Crepúsculo!!!!!!!!!!!.....eso me mató y reconozco que ahí empezó mi bloqueo mental. La pregunta que me he hecho después es "pero si mis hijos no han visto Crepúsculo...¿como saben si parecía o no de la saga?". Antes de intentar remediar el desastre, les ayudé a vestirse, hicimos las camas, recogí la cocina, lavé caras y peiné y les "puse" Bob Esponja" (garantía total de atontamiento frente al TV para niños y niñas de todas las edades) y yo me dispuse a retocarme, realmente al mirarme al espejo no me gustó nada lo que ví, parecía prima hermana de Morticia Adams....mi malhunor iba en aumento mientras intentaba dar algo de color a mi cara y rebajar el tono de mis ojos; una vez medio logrado me fijé en que la cortinilla que debía taparme sutilmente el ojo izquierdo ya no existía, así que decidí que mi pelo volviera a su estado natural a base de planchazo...pero ay!!!!!!!!!!!!!!!!...lo que hice....no me acordé que me habían puesto laca por lo que la cortinilla se transformó en un estor almidonado y disparado que me costó dominar un buen rato. Resignada y abandonada....,me quedaban 10 minutos para salir corriendo a la iglesia, me puse el vestido (de color morado, ideal, con falda globo y todo tipo de complementos absolutamente conjuntados) y ...no me encajaba....eso me pasa por querer amortizar un vestido que solo me había puesto un par de veces, nunca más!!!!!! Para bautizos, comuniones y celebraciones varias propias, no se puede amortizar...hay que estrenar SIEMPRE!!! (creo que esto no le gustaría oirlo a mi marido); la cuestión es que me desbocaba el escote y me sobraba una talla pero ya no había vuelta atrás...me lo coloqué, encima me puse un blazer negro (por lo que he visto esta temporada en diversas revistas de moda, todas las "celebrities" se lo han colocado encima de cualquier vestido) y salí dispuesta a que todo fuera perfecto...y así fué...en la iglesia no paré de llorar lo que no sè es si era de emoción o de estresssssssssssss....deduzco que una mezcla de ambos y cuando ya creía haberlo superado ayer por la noche un buen amigo me dice que si me pasaba algo el sábado, que tenía una cara rarísima, estaba muy blanca y como con los ojos hundidos....definitivamente...ese día Dios estaba pendiente de mi niña y de todas sus compañeras que hacían la 1ª comunión...y no de las que madrugamos...
Ana , en lugar de un blog deberias escribir un libro , ¡ me encanta ! eres divertidisima , después de un dia tan laaaargo como el mio de hoy , pasarme por tu blog es un descanso. Me ha encantado lo del estor almidonado y la gente con tanto sentido del humor
ResponderEliminarQué bueno !! hija, a todas nos ha pasado algo así alguna vez. Yo también he tenido mejores y peores experiencias en esto de ser maquillada y peinada (sí que es verdad que estás totalmente a merced de ellas).
ResponderEliminarAdemás yo también quise amortizar este año un vestido para una boda (nunca lo había hecho y nunca lo volveré a hacer !! ja,ja,ja). Me vi fatal y, aunque le pese a mi marido, ya le he dejado claro que no lo volveré a hacer.
Me ha encantado leer tu historia, me he reído mucho porque yo lo he vivido más o menos igual.
Un beso guapa.
Ayy que risas me he echado con la hisoria,gracias por el buen rato.
ResponderEliminarAh,y soy de la opinión tuya SIEMPRE hay que estrenar en los eventos imprtantes,al menos yo voy más segura je,je
Jooooooooooo...me he reído,pero también me has dado una penita...menos mal que el evento salió bien,la niña iba monísima seguro y tu eres una supermama...¿Ya sabes a qué peluquería no vas a volver,ja,ja?
ResponderEliminarJAJAJJAJAJ Ana, ya me lo habías contado y aún asi me he reido un montón.......el balance final del dia fué positivo y eso es lo que importa!!!!
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